Para Inger Díaz, una periodista mexicana de 43 años afincada en Miami, la historia de la cocinera Cristina Martínez, una mujer que cruzó andando durante dos semanas el desierto de Sonora huyendo de la miseria y de una vida de 20 años de maltrato, fue un descubrimiento. Díaz iba en busca de la exitosa carrera de una mexicana en Filadelfia, cuyo restaurante había sido elegido entre los diez mejores de EE UU y lo que encontró fue una realidad desgarradora.
Martínez, indocumentada y considerada una delincuente en el país de Donald Trump, era algo más que una chef capaz de entusiasmar a su clientela con una barbacoa al estilo de su país.
Descubrió el lado guerrero de esta mujer, que en México tuvo una vida de sumisión y secuestro, violentada por su marido. En su restaurante organizaba cenas con trabajadores indocumentados y abogados especializados en inmigración.
“Cristina dejó de ser una víctima en México y pasó a ser una delincuente en Estados Unidos, país en el que entró de forma ilegal”, asegura Díaz, para quien el trabajo Mejor vete, Cristina (Univisión Noticias) ha supuesto su primer podcast, publicado en un serial de siete capítulos. “Es un formato muy poderoso porque fomenta la experiencia emocional, más que la racional. El nivel de empatía que se consigue con el oyente es enorme”.